Osman Esquivel López
La Concepción, Bugaba
Por primera vez los católicos bugabeños vivieron la ordenación oficial de 96 monaguillos que estarán desarrollando asignaciones especiales en los altares durante la misas y celebraciones. Son niños, niñas y jóvenes entre las edades de 4 y 16 años que aceptaron ese llamado; el acto se desarrolló en la Parroquia Inmaculada Concepción.
“Son un apoyo para el sacerdote en la eucaristía, participan en la procesión de entrada y en la misa, ayudan con el misal, reciben junto al sacerdote las ofrendas, realizan el lavatorio de las manos al padre; cuando asiste el obispo, sostienen el báculo y utilizan las velas cuando se va a leer el evangelio ubicándose a un lado del ambón - lugar donde se proclama la lectura de la Biblia- y también llevan el incensario en una procesión” explicó Jorge Castillo, dirigente de los monaguillos.
“Buscamos fortalecerlos en la fe y que mejoraren su comportamiento ante la comunidad, les damos un seguimiento en sus parroquias y capillas, en el centro educativo, familia y en la comunidad porque esto se basa en una formación religiosa a través de los valores con el objetivo de que sean buenos ciudadanos” agregó Castillo.
“Buscamos fortalecerlos en la fe y que mejoraren su comportamiento ante la comunidad, les damos un seguimiento en sus parroquias y capillas, en el centro educativo, familia y en la comunidad porque esto se basa en una formación religiosa a través de los valores con el objetivo de que sean buenos ciudadanos” agregó Castillo.
Para Antonio Jiménez, “ser monaguillo es estar al servicio de Dios y de la iglesia, es un honor; nuestro trabajo es para con Dios, apoyando a los sacerdotes, a la comunidad y quien lo requiera. Es un trabajo cristiano muy gratificante”. La formación fue por un año y se desarrolló en las comunidades de San Miguel, San Vicente, San Andrés, Volcán, La Estrella, Sortová y La Concepción.
Ellos utilizan un vestuario especial, integrado por dos piezas: el alba (de color rojo) y el roquete (blanco), durante la capacitación usan el alba; en la ordenación después de la bendición del roquete, uno o los dos padres se lo ponen, posterior el sacerdote les coloca en el pecho la cruz.
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